Soy Markel Aranburu Bartau, tengo 33 años y crecí en Donostia. Estudié Derecho económico y de profesión soy técnico jurídico en el Gobierno Vasco. Fui juntero en las Juntas Generales de Gipuzkoa durante dos años y en los últimos seis meses he ejercido de parlamentario en el Parlamento Vasco.
Desde pequeño me han gustado la historia, la política y el deporte. Aunque crecí en un ambiente castellanoparlante, siempre he sentido amor y compromiso por el euskera. Ser abertzale es para mí un honor: más que nadie, menos que nadie. Euskadi es una nación y, para poder garantizar el futuro y el bienestar de nuestro pueblo, necesitamos construir un Estado vasco propio.
La familia es mi escuela humanista y en casa he recibido amor, exigencia y humildad. Ama me ha enseñado la importancia de ser trabajador y responsable. Aita, a discutir respetuosamente y ser justo con todas las personas. Mi hermana, a compartir. Los amigos, lo demás.
Afronto la candidatura con ilusión, tengo mucho que aprender pero confío en aportar a través del trabajo diario. El Derecho, la economía y los derechos humanos son los temas de trabajo en los que me siento más cómodo. En euskera, castellano, francés o inglés, los vascos y vascas debemos prepararnos para la revolución tecnológica y social de las próximas décadas: cambio climático, transición energética, movimientos migratorios, reto demográfico, igualdad entre mujeres y hombres, desarrollo del autogobierno vasco, ¿hay un reto más apasionante que ese?
Quienes participamos en política le debemos responsabilidad, optimismo y trabajo a nuestro pueblo. Un proyecto político sincero y valiente ante las incertidumbres; europeísta, humanista, demócrata y nacionalista. El que nos ha traído hasta aquí y el que la sociedad vasca precisa para afrontar con éxito los retos del siglo XXI.
Me encanta viajar, hacer deporte y leer. Hace cuatro años me planteé un reto para los fines de semana: visitar todos los municipios de Euskadi. Hasta el momento he completado Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Ahora, poco a poco, estoy recorriendo la extensa Nafarroa. Después, iniciaré Lapurdi y Zuberoa. Nos vemos allí, en cualquier plaza de Euskadi.
Para hacer frente a prácticas populistas y posiciones escépticas, debemos ofrecer a las nuevas generaciones vascas una política constructiva, eficaz, honesta y valiente.